Colección de las evidencias físicas
Para no alterar las huellas y conservar las que están, se
indican algunas técnicas para la colección adecuada de los indicios en el
escenario del suceso a fin de conservarlos primitivamente como las dejó el
autor después de la consumación del hecho que se investiga. La colección de
indicios se efectúa después de haber observado y fijado el lugar de los hechos
y, se lleva a cabo con tres operaciones fundamentales que son:
Levantamiento:
Es aquella operación que permite recoger la evidencia del
sitio del suceso. El manejo inadecuado de la evidencia física conduce a su
contaminación, deterioro o destrucción, siendo ésta la causa más frecuente que
impide su ulterior examen en el laboratorio. Por ésta razón, cuando llegue el
momento de proceder a su levantamiento, se realizará con la debida técnica a
fin de evitar tan lamentables consecuencias.
A continuación se señalan algunas reglas fundamentales
relacionadas con el manejo de la evidencia física y que todo investigador debe
tener siempre en mente.
a) Levantar toda evidencia física, siendo preferible
pecar por exceso que por defecto.
b) Manejarla solamente lo estrictamente necesario a
fin de no alterarla o contaminarla.
c) Evitar el contaminarla con los instrumentos que se
utilizan para su levantamiento, los cuales deberán ser lavados meticulosamente
antes y después de su uso.
d) Levantarla por separado, evitando mezclarla.
e) Marcarla en aquellos sitios que no ameriten estudio
ulterior.
f) Embalarla individualmente, procurando que se
mantenga la integridad de su naturaleza.
- Embalaje:
Se entiende por embalaje aquella maniobra que se realiza
para guardar, inmovilizar y lograr la protección de un indicio. El objeto principal de embalar un indicio
consiste en individualizar y garantizar la integridad del elemento probatorio,
y por tanto después de haber levantado los indicios, es necesario protegerlos
en recipientes propios a efectos de que lleguen sin contaminación ni alteración
al laboratorio y los resultados de sus análisis sean auténticos y confiables.
Los principales componentes del embalaje de la
evidencia son:
1. El embalaje interno, cuya finalidad es proteger
directamente al indicio de contaminación, derrames y pérdida de características
de interés desde el punto de vista pericial.
2. El embalaje externo, que como su nombre lo indica, será
el embalaje final, el cual debe encontrarse debidamente lacrado para garantizar
la integridad legal del indicio.
3. Sellado o lacrado, que garantiza la integridad del
indicio contenido en el recipiente, evitando su alteración, sustitución o
extracción.
- Etiquetado:
Es la operación final que se efectúa con el objeto de
reseñar el lugar de procedencia del indicio en cuestión. El etiquetado debe
llevarse a cabo en todos los casos, separando un indicio de otro, es decir
individualizándolos y adjuntándoles una etiqueta que mencione lo siguiente: a)
El número de acta o averiguación previa; b) El lugar de los hechos; c) La hora
de intervención; d) La clase de indicio; e) El lugar preciso de dónde se
recogió; f) Las huellas o características que presenta; h) la fecha, nombre y
firma del investigador que lo descubrió y que lo suministraba al laboratorio.
5) Suministro de la evidencia física al laboratorio
El trasporte o suministro de las evidencias físicas al
laboratorio se deben realizar bajo estrictas normas de seguridad para evitar
alteraciones, pérdida, deterioro o contaminaciones de las mismas. Lo más seguro
y recomendable para el envío de una evidencia física, es que sea el propio
personal que investiga el hecho el que se encargue del traslado de las
evidencias al laboratorio. Es importante que no se envíen en el mismo bulto,
indicios que corresponden a más de un caso, ya que éstos pueden ocasionar
inconvenientes como mezcla indebida de indicios
No hay comentarios:
Publicar un comentario